MIRIAM LAGOA
Aquel otoño de 1978
Con la aprobación de la Constitución España daba un
paso fundamental en la Transición pero los aires de cambio ya habían empezado a
transformar el país
España
finalizaba 1978 aprobando la nueva Constitución y culminando así uno de los
pasos decisivos de la transición democrática que había dado comienzo desde la
muerte de Franco. Entre tanta solemnidad política y institucional, los
ciudadanos españoles experimentaban con la nueva libertad adquirida en el plano
social y cultural cuando tocaba a su fin la década de los 70 y se preparaban
para entrar en la colorida década que se avecinaba, los 80.
El fin de la
censura había impulsado la aparición de nuevas publicaciones y el mundo del
cine y la música se abría tras casi cuarenta años de férreo control. Estba en
pleno auge el destape y empezaban a hacerse más visibles en la calle las modas
que llegan desde Europa.
En el cine, las películas musicales seguían estando de moda. Si en 1977 el
protagonismo y los récords de taquilla fueron para Fiebre del sábado noche,
cuya banda sonora que lideraba también la lista de los discos más vendidos,
1978 fue el año de Grease, que desató toda una fiebre revival y todavía hoy es un referente del cine
de esos años. El actor en la cresta de la ola, por supuesto, era John Travolta protagonista de ambas películas.
Los comienzos
de la movida comenzaban a asomar en España y en 1978 comenzó la andadura
musical de tres grupos míticos de los 80. Tequila obtenía uno de sus primeros
éxitos con Rock en la plaza del pueblo y se formaban Kaka de Luxe con
Carlos Berlanga, Alaska o Nacho Canut, y Nacha Pop.
Los niños de
aquel año estaban asomándose a la revolución que ocurrió en la televisión
infantil en los años 80. En 1978 se estrenaron los Teleñecos y Orzowei
y en las series para los padres comenzaron su andadura Vacaciones en el mar,
Yo, Claudio o Cañas y barro. En Estados Unidos comenzaba uno de
los culebrones esenciales de los 80, la cadena CBS estrenaba Dallas.
En el mundo
deportivo como cualquier año de Mundial, el campeonato de fútbol celebrado en
Argentina fue el gran acontecimiento deportivo de 1978. El país anfitrión ganó
el primer de los dos mundiales que posee y la selección española tuvo una pobre
actuación al quedar eliminada en primera ronda. España se preparaba ya tomar el
relevo del próximo Mundial y una de las cuestiones candentes de 1978 era la
elección de mascota, Lolo quedaba descartado pero Naranjito aún no aparecía por
ningún lado.
Aparte del
fútbol, en otras competiciones internacionales a España tampoco le fue
demasiado bien en 1978. Eurovisión seguía, y sigue, resistiéndosele a los
representantes españoles. Ese año nuestro país tuvo como representante a José
Vélez que con la canción Bailemos un
vals quedó en
novena posición. Ganó Israel con la
canción A-ba-ni-bi, representativa de una época en las que las canciones
de Eurovisión todavía eran capaces de convertirse en éxitos después del
concurso.
Aquel diciembre
del 1978, los ciudadanos españoles se disponían a ratificar la Constituciones
pero las navidades, igual que ahora, eran las grandes protagonistas del mes.
Los juguetes estrellas de las cartas a los Reyes Magos eran la Nancy, los
Geyper Man y los Juegos Reunidos. En televisión el gran acontecimiento del mes
sería el programa de Fin de Año de TVE, la única cadena que todavía había en
España.
La democracia echaba a andar y los españoles se
preparaban para recibir los cambios que viviría el país tras cuarenta años de
dictadura franquista.